domingo, 26 de agosto de 2012

¿Rock & Roll?

Hacía meses que se había programado un "festival de música punk-rock" para el viernes 24 de Agosto,  con un cartel bastante bueno, justo al ladito de mi casa. ¡No lo podía creer!. Encima con cama, ducha y aire acondicionado. Por una vez no necesitaba coger el coche y trasladarme no se cuantos miles de kilómetros para pasar una noche de rock & roll. 

Decidimos comprar las entradas lo antes posible olvidándome por completo que soy una gafe y que con los años me he dado cuenta que eso de la utopía no existe.

Los organizadores del evento nos explicaron con claridad el funcionamiento del concierto. Sinceramente no me hizo ninguna gracia que no me dieran la libertad de entrar y salir del recinto cada vez que a mi me diera la santa gana. Me obligaban a aguantar allí pesara lo que pesara ya que si salia tenía que volver a pasar por taquilla. Pensé entre mis adentros que eran un grupo de peseteros y que eso lo hacían para que no tuvieramos mas remedio de consumir en la barra, tanto bebida como comida. Se evitaban que yo tuviera mi botellita de ron preparada en el coche y así ahorrarme unas pelillas, que con la que esta cayendo en este país, es de agradecer. ¡Egoístas, to'pa'vosotros!. También montaban una zona de acampada, pero eso a mi no me afectaba por una vez en la vida. Compremos las entradas igualmente, ya que pese a los inconvenientes tenía muchas ganas de pegarme el festival a ritmo de los Siniestro Total. 

A los pocos días de hacer la inversión para una noche loca, algo empezaba a oler a quemado en la ciudad de Reus. Me llamó una muy buena amiga dándome la noticia: "Todavía no era seguro... pero el festival posiblemente no se realizaría porque la organización no había pagado a los grupos". Increíble. Pensé otra vez que la utopía no existe y que ya había empezado a actuar el componente gafe que tengo. Le dije, que bueno, que todavía no era seguro, y que yo, actualmente residente en la ciudad no me había enterado de nada. !Al contrario¡ Mi facebook estaba plagado de ganas y motivación por parte de la organización. Finalmente la noticia solo quedó en un pequeño susto y encima el festival se había alargado a un día más, con grupillos amateurs de la zona ,pero algo es algo.

El viernes 24 de Agosto amanecía envuelto en un calor sofocante. Me levanté de la cama con una sensación extraña. ¿Sabeís esa sensación de que algo malo va a pasar? Ese sexto sentido cada vez era más fuerte. A media mañana mi smarthphone empezaba a sonar: mis amigos se estaban rajando a venir a Reus. Me cabreé un poquillo pero pensé que con el mal royito que tenía en el cuerpo no era necesario meterle más, así que me preparé un vermuth y me puse a pensar en Ira. Sabía con seguridad que ella no me fallaría, ya que tenía tantas ganas como yo o más, de bailar al son de las baladas para sordos de los Porretas

Ira tenía que venir a comer, así que me puse en contacto con ella para saber lo que tardaría. Se había dormido. Yo se que ella es de natural marmota, pero ¡Joder! si quedamos para comer no te levantes de la cama a la una de mediodía sabiendo que tienes una hora de camino en tren. Pero finalmente llegó, tarde pero llegó, y al alcohol de los vermuth ya estaba dando sus efectos.  

La mala sensación que recorrió mi cuerpo durante todo el día  ,entre sangría y sangría, se fue disipando, y la tarde empezaba a apuntar maneras. 

Cuatro de la tarde: suena el móvil de Ira. El concierto se anulaba. ¡¿Qué!? ¿Me tomas el pelo no?. Me conecte apresuradamente a mi facebook. Efectivamente, la organicación publicaba que el ayuntamiento lo había anulado, que se estaban produciendo cargas policiales, se estaban llevando a la gente detenida, y la organización se había atrincherado dentro del recinto con los grupos que, cumpliendo con su contrato, ya habían llegado y probado el sonido. Decidimos ir a las barricadas. 

A los pocos minutos lleguemos a la zona habilitada para el concierto y allí había cuatro gatos y tres maderos. No me acababa de enterar de lo que estaba pasando. Ni gritos, ni insultos contra la autoridad. La organización y los grupos ,efectivamente, se habían atrincherado en el recinto, pero de la juventud rebelde y luchadora no había ni rastro. Cuatro espantapájaros haciendo el papel de meros espectadores bajo un sol de justicia. 

Intenté telefonear a un viejo amigo que a lo mejor me podría informar mejor de lo que estaba pasando, ya que sabía seguro que tenía información privilegiada, pero no contestó, así que empecé a mobilizarme y a preguntar los espantapájaros. Una pareja que acabavan de llegar de Barcelona, muy amablemente nos informaron de lo poco que sabían, pero al poco rato aparecío la mujer de uno de los organizadores, al más puro estilo "princesa del pueblo", e intentó mobilizar a los cuatro que estábamos allí para ir al ayuntamineto, ya que según ella era la mejor opción. Pensemos que era buena idea, ya que al menos estábamos al ladito de casa, y si continuaba la cosa así, lo mejor era preparar la retirada. Así que pese a su comentario en voz muy alta "Me estoy jugando mi dinero", decidimos seguirla. 

Si en la zona del recinto eramos cuatro gatos, en el ayuntamiento eramos la mitad de estos. ¿Donde se habían metido las miles de personas que compraron sus entradas anticipadas hasta el punto de agotarlas? ¿Donde se habian quedado las ganas de luchar? Yo tenía ganas de romperle la cara a la alcaldesa en funciones que era la que había dado la orden de suspensión, y no por las ganas de fiesta, sino por que ya había pagado el precio de mi entrada y por que la incoherencia de la situación estaba rozando el absurdo. No entendía porque tres horas antes de abrir las puertas se habían tomado esas medidas y sin dar explicación alguna. Empezamos a especular sobre la posiblidad de ser un problema político, o porque al mismísimo partido popular no le daba la gana de que en su ciudad sonaran grupos que cuentan con letras reivindicativas. Necesitaba una explicación. 

Tres horas después, equivalentes a unas cuantas cervezas al sol, se anulaba el concierto definitivamente sin ninguna explicación, así que decidimos pasar por casa a buscar unos tragos e irnos a la zona de conciertos donde habíamos quedado con unos amigos para decidir que hacíamos esa noche. 

Nosotros al final nos metimos el festivalon. Siempre nos quedaba el bar Kalea de Salou para pasar una noche de rock&roll. Así que imaginaós la noche entre chupito de vozka negro y cubalitro de ron. 

Solo deciros que de esta he aprendido que hay grupos de música que creen en lo que dicen como son Reincidentes, Narco, Siniestro Total y Bajolicencia; que la juventud de hoy en día da asco y esta más preocupada por lo guapos que tienen que ser que por luchar por una causa; y que el político siempre será el político ,sea del color que sea, y siempre tendrá la última palabra y será el que maneje nuestras vidas. 
 
Desde mi blog, y todavía a la espera de un comunicado oficial, os animo a desenchufar el televisor, salir a la calle y a aprender a preocuparos de la realidad. Como dijo Salvador Allende: "Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica".




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